La máquina, fabricada por la empresa privada Ardian Inc, destruye los nervios que conducen a los riñones, provocando una reducción de la presión sanguínea de 32 puntos después de seis meses.
Un dispositivo que destruye nervios que conducen a los riñones redujo de manera segura la presión arterial en personas con hipertensión resistente al tratamiento, lo que ofrece una opción a millones de pacientes que no pueden controlar su condición, dijeron expertos el miércoles.
El dispositivo, fabricado por la empresa privada Ardian Inc con sede en California, disminuyó la lectura superior de la presión sanguínea en un promedio de 32 puntos después de seis meses, comparado con ningún cambio observado en los pacientes que recibieron las mejores medicinas disponibles.
"Hay muchas preguntas, pero es muy emocionante", dijo la doctora Suzanne Otaril, de la Universidad de Alabama en Birmingham, quien revisó los resultados presentados en la reunión de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Chicago.
El tratamiento de única vez funciona silenciando los nervios que llegan y salen de los riñones, que juegan un papel central en el sistema nervioso simpático, la respuesta del organismo que puede incrementar el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Los procedimientos que interrumpen quirúrgicamente estos nervios habían demostrado reducir la hipertensión hace décadas, pero fueron abandonados con la llegada de nuevos fármacos de uso extendido que apuntan al sistema renina-angiotensina, que regula la presión sanguínea y la retención de líquido.
"Estos medicamentos son buenos pero no perfectos", dijo el doctor Murray Esler, del Instituto del Corazón y la Diabetes Baker IDI en Melbourne, Australia, cuyos hallazgos fueron publicados en la edición en internet de la revista The Lancet.
"Podemos ver esto porque fracasaron en los pacientes de este ensayo. Todos consumen fármacos de ese tipo", añadió.
La presión arterial elevada, o el esfuerzo excesivo de la sangre para moverse por las paredes de los vasos, es el principal factor de riesgo de muerte prematura en todo el mundo.
La lectura superior de la presión sanguínea debe ubicarse en 120 para considerarse normal. Luego de 140 se la clasifica como presión arterial elevada.
El tratamiento usa un catéter que se inserta en la ingle y a través de los vasos sanguíneos alcanza la arteria que conduce a los riñones.
Una vez en el lugar, el dispositivo aplica pequeños toques de radiofrecuencia para destruir los nervios que recubren el vaso. El dispositivo rota para asegurar que ninguna zona reciba demasiada energía.
En el estudio, cerca de la mitad de 106 pacientes fueron seleccionados al azar para someterse al procedimiento, además de seguir con el tratamiento con sus medicinas. La otra mitad sólo tomo la medicación.
Luego de seis meses, la presión entre los que realizaron el tratamiento bajó 32 puntos en la lectura superior y 12 en la inferior, lo que llevó a muchos a ubicarse en el rango normal y abandonar el de hipertensión. En el grupo de control no se registraron cambios.
"Fue un gran efecto", dijo Esler. "Y parece ser seguro. Los efectos colaterales del ensayo fueron casi cero", añadió.
Sin embargo, no se trata de una cura.
"La mayoría del grupo aún continúa medicado, pero su presión arterial es 30 puntos menor", destacó Esler. "No están curados. Si se prueba esto en hipertensos leves, quizá se los pueda curar. Eso es un sueño, pero estamos pensando en ello", agregó.
El tratamiento ya fue aprobado en Europa y el presidente ejecutivo de Ardian, Andrew Cleeland, dijo que la empresa está en conversaciones con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para realizar un ensayo de estadio avanzado en el país, el cual empezaría el año próximo.
Publicado el 17/11/2010
Fuente: La Tercera
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